Reformas en verano, ¿sí o no?

En verano los días son más largos, la cual cosa implica más horas de sol. Contar con más horas de luz también es sinónimo de más horas de trabajo, por lo que necesitas menos días para finalizar la reforma que si la hicieses en invierno.

Disponer de más tiempo libre también es un punto a favor tuyo, porque puedes tomarte el proceso con más tranquilidad y estar presente durante la obra si así lo deseas.

La meteorología también es determinante. En invierno hay mucha más humedad y mucha más lluvia, la cual cosa impide realizar correctamente algunos trabajos y, en consecuencia, se ralentiza la obra. Además, por lo que a pintura se refiere, hay que tener en cuenta que con el buen tiempo esta se seca mucho más rápido.

Hay reformas que conllevan la necesidad de que estés fuera de casa. En verano te va a resultar mucho más fácil, ya que apetece mucho más salir y realizar actividades al aire libre. Si pasas el día de excursión y vuelves a casa una vez terminado el día de trabajo para los paletas, las horas te van a pasar mucho más rápido.

Por último, y aunque parezca que no, en verano las empresas de construcción tienen menos trabajo, la cual cosa te beneficia porque van a poder centrarse en ti.

¡Esperamos que con estos apuntes os decidáis a empezar ya vuestra reforma!