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Los 10 estilos de decoración más populares (parte 1)

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  1. Oriental: Influenciados por el Feng Shui, el equilibrio es la clave en este tipo de decoración, se busca crear atmósferas de paz y en equilibrio. Los materiales predominantes son bambú, piedra, papel de arroz, madera de cedro y la seda. Los colores son blancos o tonos claros, como el beige. La naturaleza en muy importante para este tipo de decoración, por lo que la iluminación artificial suele ser cálida, de tal forma que asemeje a los rayos del sol.
  2. Náutico: los colores frescos y todo lo relacionado con el mar tiene un papel principal. Como colores indispensables están el azul marino, azul rey y el blanco. Los muebles rústicos de madera tampoco pueden faltar, así como elementos decorativos que evoquen la vida en la playa. Mientras que en los cojines, cortinas y demás textiles predominen las rayas gruesas con azul o rojo.
  3. Romántico: Los pequeños detalles marcan la diferencia. Esta decoración apela a los sentidos para transmitir un ambiente cálido, acogedor y atemporal. La madera es esencial en este tipo de decoración, pero siempre en tonos claros o pintada en blanco. El color predominante suele ser el rosa. Flores, velas aromáticas, libreros, son elementos que no fallan en estos espacios de colores pastel, como el lila, amarillo o verde.
  4. Industrial: A día de hoy los diseñadores de interiores se inclinan por estos elementos en la decoración que muestran con orgullo los materiales de construcción que otros tratan de ocultar. Los muebles que se utilizan son de metal o hierro, incluso se dejan ver con un poco de óxido en ellos. Se usan maderas sin tratar y chapas. No pueden faltar uno o dos piezas decorativas como cuadros o fotografías para agregar un toque de color. Para contrarrestar la frialdad o tonos oscuros, una gran entrada de luz natural es necesaria.
  5. Art Deco: un símbolo del glamour y sofisticación, inspirados en los años veinte. Dentro de sus características fundamentales está la tendencia hacia las líneas geométricas, en particular las rectilíneas y las paletas monocromáticas, es decir, elegir un color y utilizar las tonalidades de este. La clave está en el contraste entre colores claros y oscuros o brillantes, como el rojo, azul o amarillo.

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