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¿Conoces el concepto de casa pasiva?

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El concepto de casas pasivas surgió en Alemania a los principios de los años noventa. Esta idea se basa a hacer una edificación eficiente que busca reducir en el máximo el consumo energético. Se utilizan recursos de la arquitectura bioclimática o eficiente, y buscan el consumo casi nulo de la edificación.

Desde Agenthia os queremos explicar los diferentes beneficios y características que tienen estas construcciones:

  • Consumo energético mínimo. Ofrecen una temperatura ambiente estable durante todo el año mínimo 20 ° en invierno y máximo 25° en verano.
  • Aislamiento térmico. El aislamiento es uno de los puntos más importantes. Una casa pasiva tiene que tener materiales aislantes para la calor y también para el frío. Con unos aislamientos térmicos de calidad y con suficiente cantidad se consigue que las pérdidas de calor sean muy limitadas.
  • Hermeticidad. Se tienen que evitar cualquier fuga de aire. Se tienen que vigilar grietas, agujeros... A la hora de construir una casa pasiva se tienen en cuenta estos puntos débiles y de esta forma no existen infiltraciones de aire.
  • Evitar o eliminar puentes térmicos. Es decir, detectar los puntos por donde se filtra el calor y repararlos.
  • Puertas y ventanas de calidad. Para asegurarnos de conseguir la máxima eficiencia, tienen que tener mínimo dos o tres vidrios.
  • Ventilación mecánica con recuperación de calor. Conseguir que el aire dentro de la vivienda sea saludable sin que haya variación de la temperatura.

En conclusión, las casas pasivas son eficientes, sostenibles y rentables. Gracias al mínimo consumo energético que ofrecen, son energéticamente eficientes, puesto que se aprovechan de la energía solar de forma indirecta, son rentables porque aunque los precios sean más elevados, esta inversión se recupera fácilmente con los ahorros anuales en el consumo energético. En definitiva, este tipo de construcción son buenas para nosotros y el planeta.

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